LA HISTORIA ROBADA DEL PRINCIPADO DE ANDORRA
El inspector Martínez miró con incredulidad el volumen que tenía entre sus manos. Era un libro antiguo, de tapas de cuero y páginas amarillentas, con un sello que decía: "Actas del Consejo General de Andorra, 1743-1864". Según el informe que acababa de leer, ese libro era el único testimonio de la historia andorrana durante más de un siglo, y había estado desaparecido durante casi otro siglo.
—¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta de que faltaba este libro? -preguntó al agente que le había entregado el informe.
—Bueno, inspector, parece que el libro fue robado de l'Armari de les sis Claus, el archivo histórico de Andorra, a principios del siglo XX, por un tal Jean-Pierre Lefebvre, un historiador francés que estaba obsesionado con la historia de los Pirineos. Lefebvre se llevó el libro a París, donde lo guardó en su casa hasta su muerte en 1945. Después, el libro pasó por varias manos, hasta que llegó a un coleccionista privado de Nueva York, que lo compró en una subasta hace diez años.
—¿Y cómo lo encontraron?
—Gracias a una denuncia anónima, inspector. Alguien nos envió una foto del libro y nos dijo que lo tenía el coleccionista de Nueva York. Contactamos con la Interpol, y ellos se encargaron de negociar con el coleccionista, que accedió a devolver el libro a cambio de no ser perseguido por la justicia.
—¿Y quién hizo la denuncia?
—Eso es lo que no sabemos, inspector. La denuncia se hizo por correo electrónico, desde una dirección falsa. No hemos podido rastrear al autor.
—Qué extraño... ¿Y qué dice el libro?
—Pues no lo hemos leído todavía, inspector. Está escrito en catalán antiguo, y necesitamos un experto que lo traduzca. Pero según el informe, el libro contiene información muy valiosa sobre la política andorrana durante las guerras carlinas, la Francia de Napoleón y la Revolución Francesa. Al parecer, Andorra tuvo un papel más importante del que se pensaba en esos acontecimientos.
—Interesante... Bueno, pues habrá que llevar el libro a Andorra cuanto antes. Seguro que allí estarán muy contentos de recuperar su historia perdida.
—Sí, inspector. Ya hemos preparado el transporte. El libro saldrá mañana por la mañana, escoltado por dos agentes.
—Muy bien. Pues enhorabuena por el trabajo, agente. Ha sido un gran hallazgo.
—Gracias, inspector. Ha sido un placer colaborar con usted.
El inspector Martínez sonrió y cerró el libro con cuidado. Lo puso en una caja de seguridad y la cerró con llave. Luego, cogió su teléfono y marcó un número.
—Hola, soy yo. Ya lo tengo. Sí, el libro de Andorra. Está aquí, en mi despacho. No te preocupes, nadie sospecha nada. Mañana lo cambiaré por una copia falsa, y nadie se dará cuenta. Luego te lo enviaré por mensajero. Sí, ya sé lo que vale. No te preocupes, cumpliré mi parte del trato. Pero tú también tendrás que cumplir la tuya. Quiero mi dinero, y quiero salir de este país. Sí, claro, nos vemos pronto. Adiós.
El inspector Martínez colgó el teléfono y se echó a reír. Había sido el golpe perfecto. Él había sido el autor de la denuncia anónima, y había planeado todo el operativo para hacerse con el libro. Nadie sabía que él era un experto en catalán antiguo, y que había leído el libro con avidez. Había descubierto que el libro contenía un secreto increíble, que podía cambiar la historia de Europa. Un secreto que valía millones de euros. Un secreto que solo él y su misterioso comprador conocían. Un secreto que pronto revelarían al mundo.
"El feminismo no es solo para las mujeres; es para todos aquellos que creen en la igualdad y la justicia." (Dora Marsden, nacida el 5 de marzo de 1882 dejó muy claro que el feminismo es una lucha de tod@s)
Y que cumplas muchos más de los 84 de hoy aunque ya no los puedas celebrar con tu madre.
La mare
La va cridar per última vegada abans de partir. Li va dir que la volia, que tornaria aviat, que no es preocupés. Ella li va besar el front i li va abraçar amb força. Li va veure allunyar-se amb la seva maleta i la seva guitarra, rumb a un somni de música i fama.
Van passar els anys i ella va esperar el seu retorn. Cada nit, encenia la ràdio i buscava la seva veu entre les cançons. A vegades, la trobava i somreia amb orgull. Unes altres, la perdia i plorava amb nostàlgia.
Un dia, va rebre una carta. Era d'ell. Li contava que havia triomfat, que tenia diners, que era feliç. Li demanava perdó per haver-la oblidat, per haver-la deixat sola, per haver-la fet sofrir. Li deia que l'estranyava, que la necessitava, que volia tornar a veure-la.
Ella va llegir la carta i la va trencar en trossos. No li guardava rancor, però tampoc li esperava. Havia après a viure sense ell, a ser feliç amb el que tenia, a no dependre de ningú.
Aquesta nit, va apagar la ràdio i es va ficar al llit en silenci. Va somiar amb el passat, amb el fill que mai va tenir, amb la mare que sempre va ser.
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