miércoles, 17 de abril de 2024

 EL LIBRO DEL DESVÁN


El polvo bailaba en los rayos de sol que se filtraban por la claraboya del desván, iluminando un baúl antiguo y olvidado. Entre la maraña de trastos y recuerdos, la mirada de Coral se posó en un libro de cuero desgastado, su cubierta ajada por el paso del tiempo. Un escalofrío de emoción recorrió su espina dorsal al reconocer la letra familiar en el lomo: la de su padrí, un hombre que había dejado una huella imborrable en su corazón.

Con manos temblorosas, Coral tomó el libro y lo abrió con cuidado, como si temiera dañar las frágiles páginas que contenían las palabras de su padrí. El aroma a papel viejo y tinta desgastada inundó sus sentidos, transportándola a un tiempo lejano, a una época en la que su padrí aún vivía y compartía con ella sus historias y enseñanzas.

Coral comenzó a leer, y con cada palabra, era como si su padrí estuviera hablando directamente con ella. Sus palabras eran sencillas, pero llenas de una profunda sabiduría que resonaba en su alma. Hablaba de la vida, del amor, de la pérdida y de la esperanza. Hablaba de la importancia de encontrar el propio camino, de perseguir los sueños y de nunca rendirse ante las adversidades.

A medida que avanzaba en la lectura, Coral se sentía cada vez más conectada con su padrí. Era como si estuviera descubriendo una nueva faceta de él, una parte de su ser que nunca antes había conocido. Sus palabras le daban fuerza, la inspiraban a ser mejor persona y la animaban a enfrentar los desafíos de la vida con valentía y determinación.

Al terminar de leer, Coral cerró el libro con reverencia, lágrimas brotando de sus ojos. Se dio cuenta de que el verdadero valor del libro no residía en sus páginas amarillentas o en las historias que contenía, sino en el mensaje que su padrí le había transmitido a través de ellas. Un mensaje de amor, de sabiduría y de esperanza que la acompañaría por el resto de su vida.

Coral comprendió que las cosas no tienen valor por sí mismas, sino por el significado que les damos. El viejo libro de su padrí no era solo un objeto polvoriento del desván, era un tesoro invaluable que guardaba en su interior la esencia de su ser. Un recordatorio de que el amor, la sabiduría y la esperanza son los verdaderos tesoros de la vida, y que el mayor legado que podemos dejar a nuestros seres queridos es la huella imborrable de nuestro paso por este mundo.

"La cura para cualquier cosa es el agua salada: sudor, lágrimas o el mar." (Isak Dinesen, nacida el 17 de abril de 1885 nos enseñó en una sola frase el valor de nuestros sueños)

Y que cumplas muchos más de los 44 de hoy, bueno, puede ser...


Pot ser

En Joan camina per un carreró estret de la ciutat antiga, envoltat per murs de pedra i el so de les seves pròpies passes. La llum del sol s'esvaeix, deixant pas a la llum tènue dels fanals.

De sobte, una melodia familiar arriba als seus oïdes. S'atura i segueix el so fins a una petita plaça on un grup de músics toca a la vora d'una font.

La cançó i la veu del cantant s'apodera de l'ambient, transportant en Joan a un altre temps. Records d'amor, amistat i il·lusions s'apoderen de la seva ment, pintant un somriure en els seus llavis.

En Joan tanca els ulls i deixa que la música el banyi, sentint com la seva ànima es connecta amb la melodia. En aquell moment, tot és possible, tot el que ha somiat potser sí que es pot fer realitat. Pot ser sí, val la pena seguir somiant.

 

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