LA VOLATILIDAD DE LA GORRA
En las orillas del río Tajo, donde las aguas murmuran historias antiguas y los sauces lloran hojas al viento, una niña de cabellos como hilos de sol corría tras las mariposas. Su gorra, una pequeña obra maestra de tela y sueños, era su tesoro más preciado, regalo de unos “padrins” que tejían cuentos entre sus dedos.
Era un día de brisa juguetona, de esas que susurran secretos a los oídos de los desprevenidos. Coral, ajena a las travesuras del viento, se detuvo en la ribera para contemplar cómo el sol besaba el horizonte, pintando de oro el Tajo. En un descuido, una ráfaga más osada que las demás arrebató la gorra de su cabeza, danzando con ella en un vals aéreo antes de dejarla caer en las aguas viajeras del río.
El mundo se detuvo un instante. El corazón de Coral latió al compás de las olas que ahora acunaban su gorra. Sus ojos, espejos del cielo al atardecer, se llenaron de un brillo acuoso mientras sus manitas se extendían en un gesto inútil hacia la corriente que se llevaba su recuerdo más querido.
"¡Mi gorra!", exclamó con un hilo de voz que se quebró en el aire. El río, en su eterna marcha, no escuchó la súplica silenciosa de la pequeña. La gorra, ahora apenas un punto de color en la distancia, se despedía con cada meandro, con cada ola que la alejaba más y más.
Coral, con la inocencia de sus cinco años, no entendía de despedidas ni de pérdidas. Solo sabía que algo que amaba se estaba yendo, y que no había palabras ni lágrimas que pudieran traerlo de vuelta. En la orilla, el viento parecía arrepentido, susurrando disculpas que solo los sauces podían entender.
Y así, en la ribera del Tajo, un corazón pequeño aprendió sobre la volatilidad, sobre cómo el viento puede cambiar una tarde de juegos en un adiós inesperado. Pero también, en algún lugar dentro de ella, nacía la esperanza de que cada final es el comienzo de una nueva historia que el río, tarde o temprano, traerá de vuelta.
(Dedicat a la meva neta Coral que avui el vent se li ha portat la seva gorra, aquesta que es veu al seu cap instants abans del vol)
"La libertad no consiste en hacer lo que uno quiere, sino en no hacer lo que uno no quiere” (Esto lo dijo todo convencido Johann Gottlieb Fichte, nacido el 19 de mayo de 1762 y se quedó tan ancho porque hizo lo que no quiso durante toda su vida)
Y que cumplas muchos más de los 57 de hoy en los que esperamos trabajes un poco más la letra de tus canciones.
Complicitat
En la foscor de la nit, sota la llum tènue de la lluna, les mirades es van creuar. Un somriure tímid va néixer als seus llavis, una melodia lleugera va ressonar en l'aire. Sense paraules, van començar a ballar, els seus cossos movent-se a l'uníson al ritme de la música invisible. El món al seu voltant es va esvair, només ells dos existien en aquest espai màgic creat per la seva connexió. Uh la la la, cantaven en silenci, les seves veus fusionant-se en una harmonia perfecta. Un moment fugaç, un instant etern, un microrrelat d'amor i complicitat en la nit.
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