LA SINFONÍA DEL CREPÚSCULO

 

Las últimas gotas de lluvia se deslizaban por las hojas como lágrimas de felicidad, reflejando la luz del sol poniente en una miríada de colores. El cielo, un lienzo de tonos pastel, se teñía de naranja, rosa y lila mientras las nubes, como pinceladas divinas, se transformaban en figuras etéreas.

 

El aire, fresco y perfumado, se llenaba del canto de los pájaros que celebraban el final de la tormenta. Un suave viento susurraba entre las ramas, como una melodía invisible que acompañaba la sinfonía del crepúsculo.

 

En la distancia, las montañas se perfilaban contra el horizonte, sus cimas iluminadas por la luz dorada del ocaso. Un río serpenteaba entre los valles, reflejando en sus aguas cristalinas la belleza del cielo.

 

Era un momento mágico, efímero como la primavera, pero que llenaba el alma de paz y serenidad. Un instante perfecto para cerrar los ojos y dejarse llevar por la belleza del anochecer, un regalo de la naturaleza que nunca deja de sorprender.

 

"La vida es una serie de pequeños milagros que no vemos porque estamos demasiado ocupados buscando grandes cosas." (Sigrid Undset, nacida el 20 de mayo de 1882 para ser premio Nobel de literatura y buscar los pequeños miagros que se nos ofrecen cada día… como los que veis en las fotos)

Y que cumplas muchos más de los 78 de hoy aunque ya no sepamos de qué material estás hecha.

Creure

En la foscor de la nit, un somni s'esvaeix. Els records, com fulles seques, cauen a terra. La por s'enreda a l'ànima, com una liana que s'ofega. Però en el fons del cor, una veu sorgeix, tènue i distant.

"Creu", murmura. "Creu en tu mateixa".

La veu s'enforteix, es converteix en un cant, un himne a la esperança. Les paraules s'eleven com un foc, il·luminant la foscor. I de sobte, tot canvia.

La por es fon, reemplaçada per una força nova, inquebrantable. La confiança floreix, com una flor en primavera. I amb un somriure radiant, la dona s'alça, preparada per conquerir el món.

Perquè creu en si mateixa. I això ho pot canviar tot.