Trabajo en una de esas empresas donde los jefes piensan que una reunión puede solucionar todo (sí, incluso el cambio climático). No importa cuán insignificante sea el problema, ahí están, convocando a todo el mundo para discutirlo. Así que cuando recibí el correo para la “Reunión Estratégica de Fortalecimiento de Sinergias” (lo sé, suena tan ridículo como inútil), supe que iba a ser una pérdida de tiempo monumental.
Llegué a la sala de conferencias, y como siempre, la mesa estaba llena de caras aburridas. Pedro, el de marketing, estaba más pendiente de su teléfono que de cualquier otra cosa (seguro viendo memes). Laura, la de finanzas, ya estaba con su libreta lista para anotar cada palabra como si fueran las profecías de Nostradamus. Y, claro, el jefe, don Importante, sentado en la cabecera con una sonrisa que pretendía ser inspiradora pero solo conseguía parecer inquietante.
—Bueno equipo, hoy vamos a redefinir nuestras estrategias para asegurar que todos estemos alineados con los objetivos corporativos— empezó don Importante. Traducción: vamos a gastar dos horas hablando sin llegar a ninguna conclusión útil.
A medida que la reunión avanzaba, me perdía en mis pensamientos. Me preguntaba si el café de la máquina tendría alguna sustancia que nos hiciera más receptivos a estas tonterías. ¿Qué tal si le añadían un poco de tequila? (No es que yo beba en el trabajo, pero hay días en los que la idea parece tentadora).
—Necesitamos maximizar la eficiencia y minimizar las pérdidas— decía el jefe con un tono que hacía parecer que estaba descubriendo el fuego.
¿Maximizar la eficiencia? Claro, como si no estuviéramos ya corriendo como pollos sin cabeza. Y minimizar las pérdidas… ¿Se referirá al tiempo que perdemos en estas reuniones? Cuando llegó mi turno de hablar, decidí divertirme un poco.
—Creo que podríamos implementar una estrategia de café con tequila para mejorar la moral y la productividad— dije con la cara más seria que pude poner.
Hubo un momento de silencio. Todos me miraron como si hubiera sugerido que nos mudáramos a Marte para ahorrar en alquiler. Y luego, la risa nerviosa. Don Importante se aclaró la garganta.
—Muy gracioso, pero necesitamos ideas reales y prácticas— respondió.
Claro, porque sus estrategias vagas y cliché son tan prácticas como un paraguas en un huracán. La reunión terminó, para alivio de todos, y cada uno regresó a su escritorio a continuar con la verdadera parte del trabajo: quejarse de la reunión con sus colegas. Pasé por el despacho de Pedro y lo encontré todavía viendo memes (ahora entiendo su dedicación al trabajo).
Al final del día, mientras me preparaba para irme, Laura se acercó y me susurró:
—¿Sabes? No sería mala idea lo del café con tequila.
Nos reímos, y por un momento, sentí que la absurda reunión había servido para algo: recordarnos que en medio de tanta formalidad y protocolos vacíos, lo que realmente importa es mantener la cordura con un poco de humor. Y, quién sabe, tal vez un día implementemos esa estrategia después de todo.
Así que, querido lector, si te encuentras atrapado en una de estas interminables reuniones, recuerda: siempre hay espacio para un poco de sarcasmo y una buena dosis de irreverencia. Porque al final del día, todos pensamos en lo mismo, ¿verdad? ¡Follar y ser felices!
Y que cumplas muchos más de lo 72 de hoy aunque me temo que la gloria que tuviste en las discotecas allá por los 80 del siglo pasado no volverá, como las golondrinas.
La teva absència
En la penombra de la nit, la teva imatge s'esfuma en la memòria. El teu somriure, un far en la tempesta, ara un record distant. La teva veu, una melodia dolça, ara un eco silenciós. El teu tacte, un caliu reconfortant, ara una fredor punxent.
Et trobo en cada racó, en cada aroma, en cada cançó. La teva absència, un buit immens que omple els meus dies de melangia. Anhelo el teu retorn, com la flor anhela el sol, com l'ocell anhela el cel.
En la foscor de la nit, tanco els ulls i et busco en els somnis. Allà, on la realitat s'esvaeix i la il·lusió pren el seu lloc, et trobo de nou. I en aquest breu instant d'unitat, la teva absència es fa més suportable.
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