CRÉDITOS DE NOCHE

La sábana resbaló por su espalda como una lengua tibia. Afuera, la ciudad rugía con la voz de un camión y el jadeo del neón. Dentro, ella garabateaba nombres en una libreta de tapas blandas. La tinta aún húmeda olía a cereza artificial. “Ansioso”, “Recurrente”, “Agradable”.

—Estoy en quinto de Psicología —susurró, sin levantar la vista—. Prácticas externas.

El cliente la observaba desde la cama, envuelto en el sudor de la culpa. Ella, en cambio, tenía el cuerpo en presente y la mente en subrayado.

—    ¿Y estudias... cuándo?

—Entre jadeos, a veces durante —respondió, lamiendo la punta del bolígrafo.

Tenía el tacto entrenado. Dicen que acariciaba como quien explora una hipótesis. Su piel olía a vainilla y a horas mal dormidas. Cada caricia era un pie de página. Cada gemido, un apunte marginal.

Una vez, un profesor reconoció su voz en un motel de carretera. Ella lo hizo callar con un dedo en los labios y una frase:

—Tranquilo. Esto también puntúa en evaluación continua.

Dicen que su tesis hablaba del cuerpo como campo de estudio. Nunca la publicaron. Era demasiado real como para archivarla.

«No hay fuego como la pasión, ni tiburón como el odio, ni red como la ilusión, ni torrente como el deseo» (Esta frase que resume todas las emociones del ser humano la pronunció un tal Siddharta Gautama, Buda para los creyentes, amig@s y público en general. El 15 de mayo del 483 A. de c. se fue al más allá para estar siempre presente en el más acá)

Y  que cumplas muchos más de los 29 de hoy. Tienes razón: cuando nadie te ve es cuando aprendes a volar. A l@s tímid@s nos pasa eso.

Quan ningú et mira

M’assec al banc rovellat del parc on jugàvem de petits. He après a respirar en silenci, a fer veure que no espero ningú. Però avui, mentre els estornells trenquen l’aire com si fossin paraules, sento les teves ales. No fan soroll. Només s’obren, com abans obrien els teus braços.

No tornaràs. Però jo m’aixeco igualment. Camino com si em miressis, com si t’importés. Perquè potser, just potser, quan ningú et veu... és quan més aprens a volar.