CUANDO NEWTON SE CAYÓ DE LA RAMA EQUIVOCADA

Laura explicó la teoría de cuerdas en un minuto y medio y consiguió 347.000 likes, 15 duetos y una propuesta de matrimonio de un chico con gafas que aseguraba ser Tesla reencarnado. No tenía ni idea de física, pero sabía poner caras y gesticular como si estuviera descifrando el sentido de la vida entre un café de avena y otro.

—¿Sabías que el universo podría ser una simulación? —pregunta Laura mientras señala un fondo lleno de planetas y emojis.

—¿Pero qué significa eso? —responde ella misma, arqueando la ceja y convirtiéndose en marciana con un filtro.

Los comentarios se llenan de fueguitos, aplausos y teorías delirantes:

—¡Ahora entiendo por qué me deja en visto mi ex!

—Bro, somos NPCs, confirmadísimo.

—Esto me cambió la vida, literal.

En un bar, dos chavales se cruzan vasos de gin tonic:

—Tío, ayer vi un vídeo sobre la relatividad. Ya entiendo por qué siempre llego tarde.

—¡Claro! Yo uno del gato de Schrödinger. Yo también estoy vivo y muerto los lunes.

Los dos ríen, chocan vasos y miran el móvil buscando el siguiente clip que los ilumine. 

Mientras tanto, en una biblioteca olvidada, un libro de Popper acumula polvo. Alguien lo hojea, lee tres líneas, bosteza y vuelve al teléfono.

Aristóteles, si pudiera, se haría un canal para subir shorts donde explique la virtud con bailes y transiciones. Platón diseñaría filtros para la caverna. Y Newton… Newton se dejaría caer de la rama equivocada para entrar en el trend #GravityChallenge.

El murmullo de las notificaciones reemplaza al silencio de la duda. La sabiduría, arrugada y silenciosa, espera en un banco que nadie mira, mientras la multitud aplaude a quien grita más fuerte, no a quien piensa mejor.

Laura sube otro vídeo:

—¡Hoy os enseño en 60 segundos por qué el tiempo es una ilusión! 

Miles de pulgares se alzan.

Al fondo, alguien apaga la luz de la biblioteca.

«La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés» (Antonio Machado, nacido el 26 de julio de 1875 para que una de las dos Espanyas le helase el corazón. Hoy seguiria en el congelador)

Y que cumplas muchos más de los 76 de hoy. Por supuesto no me refiero al cantante, que ya no, sino al de la batería que lo acompañó. 

Gravetat zero

Va sortir del lavabo amb purpurina a la cara, mitjons desparellats i una copa de plàstic buida. 

—Sabeu què? —va cridar al grup de taules mig abandonades—. Avui no torno.

Va pujar dalt de la barra com qui puja a l’últim tren, va trepitjar una oliva relliscosa, va girar l’equilibri com un mag i, amb una rialla desafiant, va obrir els braços.

—No em pareu, cabrons!

Dues àvies brindaven a la cantonada. Algú va fer un vídeo. I ell… ell va començar a volar.

O això diuen els que es van quedar.