OTOÑO EN VOZ BAJA
Te tapé las manos con las mías para que la lluvia no las enfriara. La plaza olía a sopa y a piedra recién lavada. Una fuente pequeña sostenía el mundo sin alarde. Si el amor tiene casa, quizá sea una plaza vacía donde nadie nos interrumpe.
Bajamos hacia los viñedos. Las uvas, pesadas, guardaban un calor que no salía en las fotos. Me diste una, la acercaste a mis labios como quien ofrece perdón. La mordimos a medias y el jugo nos dejó un lunar violeta que tardó en irse. Reíste por lo bajo, con esa risa que me arregla el día sin prometer nada más.En la catedral, los dorados parecían demasiado para nuestro silencio. Te toqué la muñeca como quien llama a una puerta conocida. Respiramos juntos largo, y el latido nos tradujo lo que no supimos decir con palabras.La Piazza del Campo brillaba de lluvia. Compartimos la bufanda, hombro con hombro, y caminamos despacio, cuidando de no estropear el charco perfecto que dibujaba el cielo. Pensé que la ternura es eso: dejar intacto lo que el otro mira.Tomamos el camino de cipreses cuando ya caía la tarde. El viento peinaba el polvo y me trajo tu olor a madera mojada. Metiste la mano en mi abrigo, anclaste los dedos en mi pecho. No para encendernos, sino para quedarte. Yo asentí con el cuerpo entero.En el hotel, extendiste la bufanda sobre la silla. La doblé con cuidado, como quien guarda un mapa. El otoño siguió fuera, haciendo su trabajo. Dentro, aprendimos a decirlo: estoy aquí, sin ruido, como esta fuente. Quédate todo lo que dure el agua.
«Verdadero no es lo que todos creen, sino lo constatado por observación y medición.» (Aunque su apellido nos indique otra procedencia, Wilhelm Jerusalem nacido el 11 de octubre de 1854 era austriaco aunque de procedencia judía. Su frase merece una profunda reflexión, no simplificarla llevad@s por la pasión)
Hubiese cumplido hoy 59 años pero la vida le dio 53.
Inventari de llum
Quan dius que això que tu em dones no pesa, el món m’encaixa. Em deixes trossets de sol a les butxaques: un collaret de riures, pa torrat amb tomàquet a mitjanit, el teu “tranquil” escrit al clatell. Em cures la por amb gestos minúsculs: aixecar la persiana, posar aigua a les plantes, esperar-me al portal. No prometem eternitats; fem inventari de llum. Si demà s’espatlla tot, guardaré aquesta claror a la llengua. Per si em perdo. Per si t’enyoro. Per tornar a casa sense mapa.
Y hoy "bonus track" con su primer éxito y a ver si algo se nos pega de la canción (que sea el título)
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