LO QUE NO REPARA UN PERDÓN
—Coge ese plato y tíralo al suelo.
—¿En serio?
—Sí. Sin miedo.
El plato estalló contra las baldosas.
—¿Se ha roto?
—En mil pedazos.
—Ahora pídele perdón.
—Perdón.
—¿Y bien? ¿Ha vuelto a estar como antes?
—No. Sigue roto.
—Guárdate esta escena. Es lo que haces cuando haces daño “solo con palabras”.
¿Lo has entendido?
«Como israelí, he llegado a comprender que no hay manera de amar a Israel y rechazar una paz de dos Estados; no hay manera de amar a Israel y rechazar a Palestina.» (Yael Dayan, nacida el 2 de diciembre de 1939, israelita para más señas e hija de Moshé Dayán militar participante en muchas guerras –la más conocida la de los “Seis días”- y en todas ellas con Palestina de fondo y frente a él. Hay amores que matan)
A sus 85 años que hoy cumple y sigue con sus/nuestras reivindicaciones de siempre. A él le digo "SI".
La primera vegada
La nit que vaig aprendre a dir “no” no va tremolar cap plat, però em va ballar la sang.
La cap va arrufar el nas, ma mare va fer aquell silenci que pesa i ell, l’home acostumat a decidir-ho tot, va riure per sota el bigoti.
—No ho dius de debò.
—I tant —li vaig tornar—. Avui no, i demà ja veurem.
Va ser poca cosa: no quedar-me, no obeir.
Però el món, discretament, es va desviar mig grau.
No hay comentarios:
Publicar un comentario