Ernest Hemingway decía que el cuento era la fotografía de un instante... Y yo tengo mucho cuento
lunes, 27 de octubre de 2014
La Vida, ese regalo envenenado
domingo, 28 de septiembre de 2014
Genocidio
lunes, 16 de junio de 2014
Y uno se cansa...
Y se harta del huracán de los susurros que ceden a la ligereza de la brisa.
Y se hastía de los te quiero comprometidos en la borrachera del orgasmo.
Y se aburre de escribir capítulos en historias que se repiten.
Y se llega a saciar de la decepción que supone el llenar su vacío de mas vacío.
Y se fatiga de caer y volver a levantarse en atajos que no llevan a ninguna parte.
Y se satura de romperse en mil pedazos para recomponerse con unas piezas que nunca más volverán a encajar.
Y se rinde ante la evidencia de las palabras huecas.
Y de acabar una realidad para volver a empezar otra quimera.
Y se asquea de perseguir una mentira cargada de reproches de ida y vuelta.
Y uno se agota de sostener la esperanza propia y ajena. Por eso es necesario pararse en el camino, tomar aire, coger la brújula y esperar a que marque de nuevo la dirección de mi vida.
lunes, 2 de junio de 2014
¿Y tú qué vendes? (segunda ¿y última entrada?)
El argumentario que utilizamos como reclamo para conseguir ventas puede llegar a límites más que aceptables cuando se trata de airear miserias. Aquí existe una tendencia “quasi” universal a divulgar las propias. Esa técnica puede ser eficaz como contacto inicial del que compra, pero hay que manejarla con mucha habilidad ya que corremos el peligro de aburrir a nuestros y nuestras interlocutores si piensan que ya han hurgado suficientemente en ellas. Si queremos mantener el interés de quién nos lee, tendremos que exprimirnos las neuronas para intentar darle a los hechos de nuestra existencia, el toque escabroso que el comprador o compradora demanda. Cuanto más tormentosa sea la experiencia, más éxito se tendrá de público como si se cumpliese una regla matemática universal de la desdicha.
Y es que la felicidad no vende. Si ponemos un hecho agradable a duras penas merecerá un comentario que, generalmente, será un lacónico: “Que bien. Me alegro mucho por ti”. Como mucho pondrán exclamaciones a esas palabras para darles mayor fuerza“¡¡!!” y algún que otro “emoticono” al uso “;-)” . No obstante, habremos perdido un comprador o compradora.
Los traficantes de vidas propias suelen caer muchas veces en el gregarismo. Generalmente se juntan en grupúsculos de intereses similares y, los miembros que pertenecen a él, van explicándose su existencia cotidiana basada en la desgracia y que gira, fundamentalmente, sobre un mismo eje. Amores y desamores. Un círculo vicioso que finalmente acaba por el aburrimiento del colectivo que se disgrega a los miembros hacia otros colectivos de igual espíritu desgraciado pero con otros integrantes a los que les acabaremos escribiendo las calamidades de siempre.
Ahora bien si buscamos el éxito comercializando con vidas, dónde se obtiene éxito seguro, es aireando las ajenas. Los dardos lanzados al corazón de las existencias ajenas son alimento codiciado. Y el máximo éxtasis, donde se reclutan legiones de seguidores es cuando los enfrentamientos, las trifulcas se hacen públicas. Nos encanta observar como nos despellejamos. Disfrutamos contemplando la provocación, la reacción y el desenlace. Si ese resultado es desagradable, mejor. Si leemos en las páginas de los y las provocadores y provocadoras, de esos y esas que hacen del desprecio a los demás cosa de comercio, están a rebosar de comentarios y es que, tenemos una tendencia a creer que el pendenciero o pendenciera se rendirá ante nuestras palabras. Craso error. Si le entramos “al trapo” o sin él, recibiremos el castigo a nuestra osadía. Y así seguirán, renovándose en el improperio, renegando de los programas de televisión como Gran Hermano, La Casa de tu vida o, la madre de todos ellos, “Sálvame” pero mirándolos de reojo, no porque crean que les han copiado el guión, sino para nutrirse de nuevas ideas.
Y ya solo me quedan las excepciones. Los que no venden ni un lápiz o, ya que estamos en el medio, ni un bite. Esas páginas son las que se dedican al puro placer de escribir, al mimo de la palabra, al arte de comunicar. Son verdaderas joyas literarias, anónimas y que lo seguirán siendo por mucho tiempo ya que no nos acercamos a ellas. Al menos, no lo suficiente. Comentamos poco en ellas. No nos interesan esas emociones ¿o tal vez no las entendemos? Da igual. Seguirán existiendo porque, como decía el poeta, “podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía"
viernes, 30 de mayo de 2014
¿Y tú qué vendes? (1ª parte)
Como el medio lo permite exponemos nuestros productos como si lo estuviesen en las vitrinas de cualquier supermercado. Para conseguir la transacción utilizamos unas técnicas de márqueting (Lo se. Odio las "k" excepto en mi ropa interior) rudimentarias, pero muy efectivas.
La primera de ellas es ofrecer sexo. El propio y el ajeno. Estas páginas ofertadoras de sexo son las más visitadas, laureadas y comentadas y sus autores y autoras, los y las más adjetivadas como sensuales, valientes e, incluso si la letra que acompaña a las imágenes tiene cierta coherencia en la exposición, inteligentes. Cuanto más explícito sea el sexo, mejor. El sexo es algo que se vende mucho; siempre hay compradores y compradoras para el sexo. Compradores y compradoras ávidos y ávidas de buscar una justificación literaria a un instinto por lo demás muy natural. Tan necesario como el comer pero, les parece que escondiendo tras las palabras esa exigencia corporal, estarán mejor vistos.
Algo más complicado es saber qué esperamos obtener cuando mercantilizamos el sexo. Apuntaré algunas posibilidades.
En el momento que mostramos en alguna imagen alguna parte de nuestra anatomía que permanece normalmente oculta en las relaciones sociales de nuestra vida física o bien, imágenes en las que nos estamos haciendo un autohomenaje es decir, masturbándonos, se busca además del morbo que nos produce exhibir nuestro propio cuerpo y que éste merezca el aplauso público, se busca además, atrapar mentes. Si. Atrapar mentes. La reacción primaria ante la contemplación de lo prohibido, si nos es agradable, es estar pendiente de ello para cuándo se vuelva a repetir. En otros términos, "quedarse colgado o colgada". El placer que se siente al atrapar una mente y hacerla funcionar a nuestro antojo es superior al que se pueda experimentar con cualquier orgasmo. Probablemente quién se exhibe de ese modo sea porque, a su vez, tiene otra mente que la domina y precise hacerse de esas voluntades. Para reafirmar la suya.
Otras veces, quizá las que más, lo que se pretende es cosechar sexo a cambio del que ofrecemos. Pero como ir pidiéndolo así, a bocajarro, es rechazable, lo tenemos que disfrazar con mejor o peor tino. En este caso nos vamos a encontrar con páginas adornadas de imágenes sugerentes o explícitas, tanto da, que van acicaladas con textos propios o ajenos y que procuran ser románticos. No nos engañemos. El destino final, la venta es de sexo y se espera recibir el puro goce sexual ¿Qué sentido tiene, sino es así, acompañar una imagen nuestra o extraña como a uno o una le o la trajo al mundo o poco más junto a un texto, pongo por ejemplo, de Salinas, Becker, Benedetti o seguida de la letra de las canciones de Sabina o Joan Manuel Serrat? Pues símplemente eso: deseo puramente carnal, que es ni más ni menos, el precio que queremos por ello.
Nada más hay que leer los comentarios que se hacen a las ilustraciones, que no a los textos, de esas páginas y hacerse la siguiente pregunta: ¿Los y las visitantes de esas páginas serían los y las mismas de no existir una imagen gráfica lo suficientemente sugerente y explícita de nuestro cuerpo o el ajeno? Por supuesto que no. Leer detenidamente cualquier texto que acompañe una imagen de esas. Si son de autoría propia, no copiados, son, digámoslo, infumables. No hay quien aguante su lectura. Pero eso no importa, esas páginas tienen y seguirán teniendo su coro de aduladores y aduladoras que se escriba lo que se escriba, siempre encontrarán el lugar lleno de dulzura, sensualidad y, sobre todo, una fuerza de atracción irresistible. Esos autores y autoras serán los y las que luego clamen, llegada la hora de profundizar en el conocimiento de alguno o alguna de sus habituales, porque sus páginas estén pobladas de cazadores y depredadores en sus versiones masculina y femenina. No creáis que se apartarán ni un ápice de sus técnicas de venta, a fin de cuentas eso es lo que quieren, eso es lo que buscan. Aunque nos engañen. Aunque se engañen.
domingo, 25 de mayo de 2014
El mejor gobierno
No, no soy un ser materialista y no solo pienso en los resultados económicos. Se que son importantes la salud y el amor. También eso nos lo solucionan los grandes almacenes, porque ¿quién ha pasado frío o calor en el interior de cualquier sucursal de "El Corte Inglés", sea verano, otoño, invierno o primavera? ¿quién no ha encontrado un ambiente saludable en cualquiera de las dependencia de los almacenes ? Como mucho algún que otro resfriado, pero nada más. Lo del amor ya es otro cantar, pero con la despensa y el bolsillo llenos y sin necesidades de "Viagra" inmediatas, el amor debe venir por añadidura. Así pues, como corolario, debemos cambiar nuestro gobierno por el Consejo de Administración de "El Corte Inglés" que es el que, hoy por hoy, nos acerca más al "Mundo Feliz" y quién cubre nuestras necesidades con abundancia.
Y cuando digo que nos debiera gobernar el consejo de administración de "El Corte Inglés", es a modo de ejemplo. No es que haga proselitismo de esos grandes almacenes o que les tengo un trato de favor. No. Se podría arbitrar un sistema muy simple. Nada más nos tendríamos que poner de acuerdo en elaborar una lista de las principales empresas del País y, aquella que tuviese mayores beneficios económicos, sería su consejo de administración o los gestores de la misma quién nos gobernaría. ¡¡La cantidad de problemas que ahorraríamos!! . De entrada el ahorro del gasto electoral, que no es poco, aparte del "bombardeo" propagandístico de las diferentes opciones políticas. Y no quiero ya ni pensar, hablando de política, de los señores que la hacen... ¡¡¡ que descanso !!!.
El modelo propuesto tiene el valor añadido de que es exportable a todos los países del Mundo, con lo que al tener similares sistemas de gobierno, no tendríamos los sobresaltos de la prima de riesgo o cuando a cualquier gobernante le da por montar una guerra en algún lugar del planeta. Al final, haciendo desaparecer a todo esa fauna política, además de favorecer a los mortales que somos nosotros, ellos también saldrían ganando porque se dedicarían a lo que en realidad saben hacer. Nada.
lunes, 14 de abril de 2014
El poder del No
No es no y hay una sola manera de decirlo.
No.
Sin admiración, ni interrogantes, ni puntos suspensivos.
No se dice de una sola manera.
Es corto, rápido, monocorde, sobrio, escueto.
No.
Se dice una sola vez, No.
Con la misma entonación, No.
Como un disco rayado, No.
Un No que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín, no es No.
Un no que necesita explicaciones y justificaciones no es No.
No tiene la brevedad de un segundo.
Es un no, para el otro porque ya fue para uno mismo.
No es No, aquí y muy lejos de aquí.
No no deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser No, aunque el otro y el mundo se pongan patas para arriba.
No es el último acto de dignidad.
No es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes. No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos; ni con pena y menos aún con satisfacción.
No es No, porque No.
Cuando el no es No, se mira a los ojos y el no se descuelga naturalmente de los labios.
La voz del No, no es trémula ni vacilante, ni agresiva, no deja duda alguna.
Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección del futuro.
Y sólo quien sabe decir No, puede decir Sí.
domingo, 6 de abril de 2014
Lo que de verdad importa
sábado, 29 de marzo de 2014
Amanecer a tu lado
Muy despacito, mis dedos empujaron la sábana que te cubría dejando al descubierto tu cuerpo, perdido, relajado, brillante, hermoso... Y con esa visión noté cómo mi pene iba creciendo poco a poco... Como fluía la sangre en mi interior con sólo contemplarte... Cómo se despertaban mis sentidos al conocer el futuro inmediato... Me acerqué un poco más a ti, sin rozarte. Retiré el pelo de tu nuca y con ello ya tenía el camino franco desde ese lugar hasta tus pies... Y empecé el recorrido con mis labios. Un leve roce en tu nuca... Creo que fue en ese momento cuando adquiriste consciencia de donde estabas, pero esa misma consciencia-inconsciencia hizo que te quedases así, quieta, dejándome hacer a mí. Luchando por permanecer en el sueño, en esa ola de placer que se nos avecinaba. Mis labios recorrieron de punta a punta tu cuerpo. Desde la nuca, pasando por esa vena de tu cuello que indica el camino a seguir por tu espalda, notando como la piel se eriza, responde al estímulo del amor y del placer... Hasta llegar a tus nalgas, redondas, firmes, duras... Y allí me entretuve con mis labios....y con mi boca que quería besarlas... con mis dientes que deseaban mordisquearlas.... con mi lengua que se moría de ganas de colarse entre ellas y alcanzar la fuente que empezaba a brotar muy cerca... Pero quise aprovechar el momento y la oportunidad que tenía ante de mi de poder hacer contigo el motivo de mi placer, y continué el viaje más abajo con el fín de que fuese más duradero. Por tus muslos, detrás de tu rodilla y hasta llegar al talón... Cuando estaba en ese lugar, casi sin darme cuenta, te giraste hasta quedarte boca arriba... Tenías los ojos cerrados y hubiese pensado que estabas dormida si tus pezones erguidos y duros no delatasen que ya estabas viviendo el sueño. No me importaba que siguieses en ese estado de duerme-vela. Es más, el juego me estaba excitando aún más...
sábado, 4 de enero de 2014
Empieza el espectáculo del "hombre sombra"
¿Alguien adivina qué artilugio me han regalado estas fiestas? Por cierto la resolución mejorará. Lo prometo.